OCUPACIÓN TERRITORIAL DE LAS ETNIAS QUE LLEGARON A VENEZUELA
En el año 2019 se cumplieron dos décadas de aprobada la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que establece en su Art. 119, el derecho a la demarcación de hábitats y tierras indígenas. Después de veinte años este proceso no solo se encuentra paralizado de manera general, sino que los avances cuantitativos en términos de demarcación efectivamente realizadas son bastante deficientes. Más del 80% de las tierras indígenas continúan sin ser demarcadas, y las titulaciones entregadas son fundamentalmente a comunidades individuales y no por pueblos indígenas como permite la ley especial.
A partir del año 2010 la Comisión de Demarcación disminuyó considerablemente su actividad cuando pasó del Ministerio del Ambiente al Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, aglutinandose en los archivos institucionales las solicitudes de la activación de los procesos de titulación colectiva. Tales son los casos de los pueblos Ye’kwana de los estados Bolívar (Alto Caura), y Amazonas (Alto Orinoco), Pemón de los sectores Paragua, Kuyuní, Kamarata, Kavanayen, Wonken, Uriman, Santa Elena, Yukpa (Chakyapa), entre otros. Sin embargo, entre el 2007 y el 2016 se entregaron algunas titulaciones por comunidad para miembros de los pueblos Kumanagoto (estado Anzoátegui), Barí (estado Zulia) Mapoyo (estado Bolívar) y Yukpa (estado Zulia), faltando las diez comunidades del centro originario de Chaktapa. En el año 2016 fue reconocido a través del título colectivo las tierras del pueblo Pemón del sector Ikabarú, en el contexto de tensiones generadas entre el Ejército y las autoridades Pemón de ese sector a causa de la minería. Lo cierto es que en los últimos tres años el proceso de demarcación no tuvo actuaciones importantes y avances, y en el año 2019 estuvo totalmente paralizado.
Migraciones transfronterizas
Las migraciones indígenas transfronterizas desde Venezuela, durante el año 2019, a pesar de que se dan en el marco de una situación compleja del país, marcada por la crisis, su motivación responde a diferentes causas, por un lado aquellas vinculadas directamente a los problemas de salud y acceso a la alimentación, y otras, en donde el peso recae sobre el desplazamiento forzoso a causa de sucesos violentos en donde se compromete la integridad física de los indígenas. En esta coyuntura, miembros de los pueblos indígenas Warao de los estados Delta Amacuro y Monagas; E’ñepá, de los estados Amazonas y Bolívar; Pemón, del estado Bolivar y Wayuu, Yukpa, del estado Zulia, son hoy día migrantes transfronterizos.
Desde el año de 2016 se dan los primeros desplazamientos ejecutados por los Warao del estado Delta Amacuro hacia Brasil. Los miembros de este pueblo itineraban por las principales ciudades del pais, en búsqueda de recursos monetarios, pero desde 2016, al parecer, esta práctica itinerante dejó de ser una alternativa viable, ya que sus expectativas de acceso al servicio de salud, y al dinero habían disminuido considerablemente. El motivo fundamental de desplazamiento hacia el vecino país, desde sus inicios, se debió a la urgencia de atención en materia de salud, por el deterioro del sistema, expresado en la ausencia del servicio en las comunidades, el colapso de los hospitales, la falta de insumos, y la ausencia de personal médico. Esta situación se fue agravando progresivamente y ya para el año del 2017 familias enteras de indígenas warao, colmaron las calles de Boa Vista en busca de atención de salud y de recursos, bien sea a través de la venta de artesanía o solicitando dinero, situación que se ha agravado con la crisis en 2019. A estas familias Warao que llegaban a Brasil se les sumaron las del pueblo E’ñepá que por motivos similares a los Warao tomaron la opción de irse de sus comunidades y atravesar la frontera.
Tanto en los años 2018 y 2019, se incrementó el número de migrantes tanto Warao como e’ñepá, alojados en los abrigos o refugios, como tambien aquellos cohabitando en plazas y espacios públicos. Ya en 2019, el desplazamiento hacia el sur del Brasil se fue dando progresivamente, sobre todo por las familias warao. El incremento de miembros de las comunidades indígenas en el último semestre del 2019, sobre todo lo referido a la población warao, indica que los cambios que esta situación puede generar, impactarán en la cultura y composición demográfíca de estos pueblos. Bien sea porque decidan quedarse en el país receptor, o bien porque decidan regresar al país de origen. En este sentido, las cifras iniciales y su distribución en el país vecino para el primer trimestre de 2019, nos pueden mostrar algunas señales de lo expresado.